viernes, 12 de diciembre de 2014

CRIMINALIZACIÓN DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA EN GALICIA




A propósito del enfrentamiento entre el Frente Atlético y Riazor Blues, y la campaña de criminalización del viejo Estado español

Los hechos


El 30 de niviembre se celebró en Madrid el partido de fútbol entre el Atlético de Madrid y el Deportivo de la Coruña. Unas horas antes de iniciarse le partido de fútbol fue asesinado brutalmente un antifascista gallego por nazis del Frente Atlético. 

La versión de los medios de comunicación reaccionarios


Al conocerse la noticia todas  las radios y televisiones dieron de forma unánime la misma versión de la noticia:

Ultras de los equipos de fútbol habían quedado para pegarse a través de las redes sociales. Según los medios, la policía no pudo hacer nada porque se desconocía la llegada de los seguidores del Deportivo a Madrid y, además, no pudo detectar los mensajes que supuestamente se habían enviado las dos peñas de fútbol. 

Las conclusiones de los medios al servicio del viejo Estado fueron: los hinchas radicales habían quedado para enfrentarse, como la policía no pudo detectarlos, lo que queda es que ésta (la policía) tiene que vigilar más las redes sociales para que no vuelvan a ocurrir hechos similares y que “definitivamente” habría que erradicar la violencia de la sociedad.
De esta manera, por tanto, todos los medios de comunicación en manos de un sector u otro de la burguesía, de derechas o supuestamente “progresistas”, manejaron y difundieron una versión unánime del asesinato de Jimmy en manos de un grupo de nazis. Es decir todo quedaba como una rellerta entre violentos radicales.

Con el paso de las horas y de los días la que en un inicio fuera la  rotunda versión “única” se tambalea, aunque se sigue insistiendo en ella, en lo que es una verdadera campaña de intoxicación: mientras, por un lado, la delegación del gobierno de Madrid insistía en que la policía no pudo hacer nada pues no sabía que llegaban a Madrid miembros de Riazor Blues, la delegación del gobierno de Galicia afirmaba que sí había avisado a Madrid y se apoyaba en datos: día y hora en que se comunicó y a quién se comunicó. 

Para apoyar la desinformación oficial toda la prensa burguesa había difundido a coro, dentro de esa construcción de hechos, que el autobús de los Riazor Blues no había salido de La Coruña para evitar ser detectado por la policía y que había conseguido las entradas en una especie de mercado negro con el mismo fin, es decir, venían a pegarse y trataban de no ser localizados. 

Sin embargo, los hechos son los siguientes: el autobús salió de La Coruña, y así lo informa la empresa de autobuses a la que se le alquiló el vehículo, y las entradas se compraron de forma abierta a través del canal habitual y así lo informa la Federación de Peñas del Deportivo, a esto hay que sumar que el Consejo de Administración del club gallego sigue insistiendo que dio todos los datos sobre el viaje de los aficionados gallegos a Madrid.

Sobre la cuestión de cómo habían quedado los dos grupos la propia prensa burguesa tuvo que dar un paso atrás y así el ABC en su edición de Madrid decía: “Según las fuentes consultadas por ABC, no es cierto –o no está aún demostrado- que ambos grupos quedaran por whatsapp previamente para pegarse”. La investigación de la policía corroboraba días después la información del ABC. 

Los planes del viejo Estado: criminalizar la resistencia del pueblo


Toda esta mentira y campaña de intoxicación está sirviendo al Estado para continuar con la escalada represiva y criminalizar toda resistencia con el cuento de la “no violencia”. Sobre la función de los nazis, en este caso, está claro que no sólo han cumplido su papel de fuerza de choque del capital sino que han formado parte de un plan salido de alguna alcantarilla del Estado español coordinado con alguna rata “demócrata”, ya que a excepción de los nazis que esperaron la llegada del autobús, nadie se había dado por enterado del viaje de los Riazor Blues

Para comprender más esta agresión y asesinato fascista hay que ver las consecuencias y el contexto en el que se produce.

El “ascenso” vertiginoso (azuzado por una cobertura mediática impresionante) de Podemos no ha podido parar la contestación social. Tener en cuenta que la propia crisis del imperialismo español asegura que se siga acrecentando la lucha de las masas y que estas luchas se radicalicen. Por tanto, junto a la zanahoria que significa Podemos, el Estado español sigue desenvolviendo y ejecutando sus planes de intensificación de la represión al pueblo.

La intoxicación de la prensa de estos días ha creado opinión pública en torno “tomar medidas para que no vuelva a ocurrir” algo parecido y en contra de “la violencia”.

En este contexto el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de Ley Orgánica que modifica la Ley que regula el procedimiento penal e España, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que eleva a 2 años la intervención de las comunicaciones, incluyendo ya los mensajes SMS y el correo electrónico, permite pinchar teléfonos, lugares de reunión, etc., sin autorización judicial.

Además el gobierno del PP está trabajando en un Plan Estratégico nacional de lucha contra la Radicalización Violenta, que va a tener también su capítulo sobre el control de las redes sociales. Plan estratégico que no sólo apunta al interior sino que también formará parte de la guerra del genocida Obama contra el Estado Islámico.


El independentismo revolucionario gallego en la mira


La agresión nazi contra los Riazor Blues no deja de ser un paso más del Estado contra el independentismo revolucionario gallego, y la campaña de criminalización contra la peña del Deportivo, en concreto: un intento de aislarlo de las masas.

El 12 de septiembre de 2013 la Audiencia Nacional condenó a cuatro independentistas gallegos a penas entre 10 y 18 años de prisión con una sentencia que establecía “comprobada la existencia una organización terrorista” llamada “Resistencia Gallega”, que permite a los tribunales del Estado la aplicación de la doctrina de Garzón del “entorno”; es decir, compartiendo los mismos fines uno ya pertenece a la organización. Vamos, que cualquiera puede ser un “terrorista” sin saberlo.

Los días 7 y 8 de octubre de este año se volvía a celebrar un nuevo juicio en Madrid contra el independentismo gallego y otra vez la acusación del Estado se centraba en tratar de demostrar que existía el grupo terrorista para golpear al movimiento de resistencia gallega bajo la teoría del “entorno”.

A día de hoy, bajo la teoría del "entorno" un joven gallego de 24 años, Raúl Agulleiro Cartoy, está encerrado desde octubre sin juicio en Soto del real, acusado de ser un "peligrosísimo" terrorista.
De todo esto hay que sacar lección. 

El Estado español, en profunda crisis dentro de la crisis final y última del imperialismo, trata de tomar impulso y para ello necesita paz interna, para ello no sólo va a usar la carta de Podemos, sino que no va a parar la escalada represiva contra los comunistas y los revolucionarios.