“PODEMOS” - O CÓMO EL IMPERIALISMO PONE
EN MARCHA SU PLAN DE CONTENER, DESVIAR Y
CONTROLAR LA LUCHA DE LAS MASAS
Los Estados de Portugal, Grecia y España comparten
una característica común que los ha diferenciado de los
estados imperialistas del norte de Europa. La debilidad
de su gran burguesía se puede observar en la incapacidad
de la socialdemocracia de integrar a amplios sectores de
la clase obrera, que se ha expresado, hasta ahora, en la
necesidad de partidos "comunistas" revisionistas parlamentarios
como herramientas necesarias del gran capital,
a la hora de legitimar la dictadura burguesa en su forma
parlamentaria y contener las luchas de las masas dentro
del reformismo. Ahora, en medio de la crisis final del imperialismo,
la gran burguesía portuguesa, griega y española se ven en la urgencia de reestructurar el viejo Estado
y contener o aplastar de nuevo las luchas de las masas.
En los años setenta del siglo pasado, la crisis política,
económica, moral y social en estos tres países, dentro de
la crisis capitalista internacional, obligó a su gran burguesía
a contener e intentaron desviar las luchas revolucionarias
de las masas con “transiciones democráticas”, con
la participación necesaria de los partidos eurocomunistas
y la socialdemocracia. “Transiciones” supervisadas y
tuteladas por la superpotencia yanqui que trataba así de
garantizar sus intereses económicos, geopolíticos y militares
en el mediterráneo y la península balcánica.
En Grecia tras la II Guerra Mundial el Partido Comunista
no capitula como ocurre en Francia e Italia. La
guerra entre el Ejército Nacional de Liberación Popular
(ELAS), dirigido por el Partido Comunista y el ejército
reaccionario apoyado por los yanquis y el imperialismo
inglés se prolonga hasta 1950. La derrota comunista no
consigue acabar con la inestabilidad política y la lucha
de las masas. El 21 de abril de 1967 un golpe de Estado
da paso a lo que se conoce como “Dictadura de los coroneles”,
que tampoco resuelve los problemas del Estado
griego. El 24 de Julio de 1974 cae la dictadura militar y
comienza la “transición” griega.
En Portugal la dictadura fascista, desde los años sesenta,
se encontraba con serios problemas. Por un lado,
la lucha de las masas en las colonias portuguesas con las
armas en la mano y la resistencia interior. El 25 de abril
de 1974 se produce la “Revolución de los claveles”, cae el fascismo que se perpetuaba desde 1926 y da comienzo
la “transición” portuguesa.
En datos, el panorama general era el siguiente: el 25
de abril de 1974 la Revolución de los Claveles acaba con
la dictadura militar en Portugal. En julio de 1974 caía la
Dictadura de los Coroneles en Grecia. El 26 Septiembre
de 1975 cientos de simpatizantes de la União Democrática
Popular (levantando la bandera del Presidente Mao)
toman y queman la embajada española (de Portugal) en
solidaridad con los presos de ETA y FRAP condenados a
muerte por el fascista Franco. El 20 de noviembre de 1975
muere Franco y comienza la “transición democrática”.
No hay ninguna duda que la “transición” española está
planificada por los aparatos del Estado español y por la
superpotencia yanqui. Según la investigación del periodista
Alfredo Grimaldos en su libro "La CIA en España.
Espionaje, intrigas y política al servicio de Washington",
la “transición” comienza con la visita a España, en 1971,
del general yanqui Vernon Walters, que, poco después,
será nombrado director adjunto de la CIA. Viaje que el
propio general norteamericano calificó como “una misión
con la que ninguna puede compararse”. Según Walters,
Richard Nixon «se daba cuenta de la importancia
que España tenía para el mundo libre».Y ese interés por
nuestro país le induce a enviarle a España con la «misión
especial» de entrevistarse con Franco, «para hablar de los
años futuros en los que el generalísimo ya no fuera jefe
de Estado.”
El objetivo de la “transición” fue por tanto defender
tanto los intereses económicos, militares y estratégicos
de los yanquis como la dictadura del capital monopolista
español, cambiando la superestructura. Pasar de la
dictadura fascista a un régimen pluripartidista para que
nada cambiase, para que la dictadura de la burguesía imperialista
española se consolidase. Papel clave para que
las luchas de las masas, incluida la lucha armada (FRAP,
GRAPO, ETA), no acabaran en crisis revolucionaria es el
papel del revisionismo (PCE) y el reformismo (PSOE).
El Estado burgués y la superpotencia yanqui necesitaron
crear su propia “oposición” de “izquierdas”:
“Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia
alemana se turnan celosamente en la
dirección de la Transición española, con dos objetivos:
impedir una revolución tras la muerte de Franco
y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo
de construir un partido «de izquierdas», para impedir
precisamente que la izquierda se haga con el poder en
España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional
Socialista. El primer diseño de esta larga
operación se remonta hasta la
década de los sesenta, cuando
el régimen empezaba ya a
ceder, inevitablemente, bajo la
presión de las luchas obreras
y las reivindicaciones populares.”
(Alfredo Grimaldos, La
CIA en España. Espionaje, intrigas
y política al servicio de
Washington, Debate, 2007)
Pasados sólo seis meses de la
Revolución de los Claveles se
celebra en Suresnes (Francia) el
XIII Congreso del PSOE donde
Felipe González y su grupo toman
la dirección del partido.
Años después Felipe González, ya como presidente del
gobierno, meterá a España en la OTAN. Sobre su viaje a
Suresnes relata Alfredo Grimaldos:
“González y otros miembros de la nueva dirección
del partido han conseguido llegar a Francia gracias al
apoyo prestado por el propio Servicio Central de Presidencia
de Gobierno. Los oficiales del organismo de inteligencia
creado por el almirante Carrero Blanco son
los encargados de proporcionarles los pasaportes.”
Sobre el PCE de Carrillo escribe Grimaldos:
“El New York Times publica en 1975, poco antes de la
muerte de Franco, que la CIA mantiene importantes relaciones
con todos los partidos políticos españoles para
buscar una salida al régimen, incluido el PCE (Partido
Comunista de España) de Santiago Carrillo.
“Dos años más tarde, el secretario general de esta
formación será invitado a viajar a Estados Unidos, caso
único en la historia de los partidos comunistas, cuyos
dirigentes han tenido prohibida la entrada en Estados
Unidos desde siempre.”
También sabemos que desde los años 50 el PCE impulsa su “reconciliación nacional”, “por una solución
democrática y pacífica de la guerra civil” y el contacto
con elementos falangistas: “Fuerzas considerables, que
en otro tiempo integraron el campo franquista, han ido
mostrando su discrepancia con una política que mantiene
vivo el espíritu de la guerra civil.”(Comité Central
del Partido Comunista de España Junio de 1956). El 1 de
abril de 1969 Franco promulgaría un indulto que llegaría
a Carrillo:
«Artículo primero.- Se declaran
prescritos todos los
delitos cometidos con anterioridad
al uno de abril de mil
novecientos treinta y nueve.
Esta prescripción, por ministerio
de la Ley, no requiere ser
judicialmente declarada y, en
consecuencia, surtirá efecto respecto
a toda clase de delitos,
cualesquiera que sean sus autores,
su gravedad o sus consecuencias,
con independencia
de su calificación y penas presuntas,
y sin tener en cuenta las
reglas que los Códigos vigentes
establecen sobre cómputo, interrupción y reanudación
de los plazos de prescripción del delito...». Pocos meses después, Franco nombraba al Borbón
Juan Carlos como sucesor. Todo se empezaba a “atar”.
Comenzaba la “transición”.
El interés de la superpotencia yanqui es claro, España
debe entrar en la OTAN:
“La entrada de España en la NATO es de una importancia
vital. Si las fuerzas -rápidamente modernizadasde
España y su situación estratégica clave se combinan
con la creciente cooperación de Francia dentro de la
Alianza, la NATO tendría una profundidad militar de
la que ahora carece. Los Estados Unidos han preconizado
la admisión de España desde la administración de
Eisenhower. Con la desaparición de Franco y la evolución
de la democracia española, los europeos occidentales
deberían ahora disponerse a incorporar a España
en el seno de la NATO.” (La Verdadera Guerra. Richard
Nixon. 1980)
En España el Estado imperialista a la par que usó a los
revisionistas, fundamentalmente al PCE y a la socialdemocracia
(PSOE) para contener y desviar las luchas de masas hacia el cretinismo parlamentario también usó el
terror blanco. En la biografía del general Sáenz de Santa
maría sobre el año 1976 dice: “tanto la policía como la
Guardia Civil apretaban el gatillo con bastante facilidad.
Las manifestaciones solían ser disueltas a tiro limpio y
era muy frecuente que acabasen con las calles ensangrentadas...”
A esto hay que sumar los miles y miles de
jóvenes obreros que murieron a causa de la heroína que
el Estado burgués distribuyó por los barrios proletarios. A
pesar de esto, del desborde del revisionismo dentro de las
organizaciones pensamiento mao tse-tung a la muerte del
Presidente Mao, la lucha
no cesó, manteniéndose
la lucha armada hasta la
actualidad.
Cuando el imperialismo
se hunde en su crisis
final, de nuevo en Grecia,
Portugal y España la crisis
vuelve a golpear con
furia. Crisis económica,
social, política y moral
que es la base de todas las
luchas y movilizaciones
que en los últimos años
se han desarrollado por
todo el Estado y en todos
los sectores. Así, el informe del Instituto Elcano,"Hacia
una renovación estratégica de la política exterior espa-
ñola" (febrero de 2014), reconoce el calado de la crisis
aunque maquillándola: “España atraviesa actualmente
dificultades pero su historia contemporánea constituye
también una historia rotunda de éxito político, social y
económico. Es posible que el proyecto colectivo de país
tenga que ser a su vez renovado...” Es decir, a pesar de
las “dificultades”, el “proyecto colectivo” ha sido un éxito,
o sea que la democracia burguesa es un éxito, aunque
en la actualidad hace falta alguna reforma.
“Renovación del proyecto colectivo”, que significa
para la burguesía monopolista española cambios en la
superestructura “fomentando la participación individual
y de la sociedad civil en las acciones y decisiones que
se tomen” ("Hacia una renovación...", Instituto Elcano),
para que nada cambie, paz social en el interior y estabilidad
política para impulsar el proyecto imperialista. Tres
son los objetivos fundamentales en esta transformación
en la superestructura: estabilidad política, convivencia
(paz social) e integridad territorial. Estos cambios en la
superestructura deberían “colocar a los ciudadanos en el
centro de atención, empoderándoles frente a la global ización, promoviendo que participen más en definir cómo
se conecta España con el mundo y, fuera de las fronteras,
proporcionándoles asistencia y protección.” ("Hacia una
renovación...", Instituto Elcano). Podemos ir sacando ya
conclusiones: es necesario para la gran burguesía española
hacer cambios en la superestructura, en el Estado, para
que las luchas de las masas no desborden el marco burgués
y reconducirlas hacia el cretinismo parlamentario:
“Es posible que el proyecto colectivo de país tenga que
ser a su vez renovado pero los elementos esenciales –en
forma de grandes valores e intereses de los ciudadanos–
siguen vigentes.” ("Hacia
una renovación...", Instituto
Elcano).
En el contexto de esta
crisis final del imperialismo,
en marzo de 2011
comenzaban en Portugal
las movilizaciones
“Generación Precaria”;
en mayo de 2011 en Madrid
acampaban miles de
personas con el permiso
de Rubalcaba, entonces
ministro del Interior, empezando
el movimiento
15 M, movilizaciones que
continuaban a las de Grecia de 2008. El 15 de septiembre
de 2012 en Portugal se organizaban las mayores manifestaciones
desde la “Revolución de los Claveles”. El 15
de octubre de 2011 la prensa burguesa escribía sobre la
“protesta global”, en todo el mundo se celebraron manifestaciones
convocadas por los llamados “indignados”.
Mientras en Madrid se manifestaban 250.000 personas,
en Roma el día acababa con el enfrentamiento de cientos
de manifestantes contra la policía del Estado reaccionario.
En Grecia, hacía ya tiempo que en las manifestaciones y
huelgas se ponía en cuestión el monopolio de la violencia
por parte del Estado reaccionario. Así podríamos seguir.
Portugal, Grecia y España, vuelven hoy a caminar de
la mano. En Grecia ha ganado las elecciones Syriza con
el aplauso de Le Pen, en España Podemos se convierte
en partido político y en Portugal se prepara un nuevo
Podemos, Juntos Podemos.
Desde el comienzo de esta nueva ola de movilizaciones
masivas, de pérdida de toda legitimidad del Estado
burgués entre las masas, una parte importante del movimiento
15M defendió el monopolio de la violencia por
parte del Estado y el cretinismo parlamentario, de ahí saldrá Podemos. En este escenario de radicalización de las
luchas de las masas y de guerra imperialista, aparece el
Informe del Instituto Elcano planteando la necesidad de
un nuevo marco de convivencia. Pocos meses después se
hace público el documento elaborado por el Equipo de
preparación de la Asamblea Constituyente de Podemos:
“La crisis del régimen de 1978, Podemos y la posibilidad
del cambio político en España”, donde se afirma la
necesidad de ese nuevo marco de convivencia: “Tenemos
ante nosotros la posibilidad y la responsabilidad de contribuir
decisivamente a la construcción de una voluntad
popular nueva para el cambio político en favor de las
mayorías sociales.” Es decir, una nueva alianza de clases
que legitime al Estado imperialista.
Si en la “transición” la burguesía
monopolista necesitó de la aristocracia
obrera y sus organizaciones
(partidos y sindicatos), la burguesía
vasca y catalana para mantener su
Poder e impulsar su proyecto imperialista,
ahora entra en escena la
pequeña burguesía. Veremos si la
alianza de Podemos con Bildu en el
País Vasco y el acercamiento a Ada
Colau en Cataluña van en el camino
de resolver temporalmente el problema
de la integridad territorial, sustituyendo
el debate sobre la independencia,
por el debate sobre los corruptos; el problema no
sería España, es la “vieja política”, los corruptos.
Esto que algunos han llamado “segunda transición”
y "regeneración democrática", ya comenzó: se ha cambiado
al jefe de Estado. Está produciéndose un relevo
generacional donde políticos jóvenes han aparecido sustituyendo
a los viejos, tratando de dar una imagen nueva
y alejada de la corrupción. Grandes periódicos de tirada
nacional han cambiado su dirección. Y Podemos está
siendo impulsado por la televisión y la prensa burguesa.
Un termómetro más de la deslegitimación del Estado
burgués son los datos de la abstención en las últimas
elecciones europeas, y donde la prensa burguesa puso el
peso en el 7% de los votos obtenidos por Podemos, de los
emitidos, y lo presentó como un éxito, el único éxito fue el
de la abstención que llegó al 54,16%. Siendo en los barrios
obreros donde la abstención fue más alta. No es raro,
por tanto, que el documento del equipo de preparación
de la Asamblea Constituyente de Podemos centre en el
cretinismo parlamentario: “Tenemos por delante un año
y medio que va a ser decisivo en la historia de nuestro
país. Por el propio calendario y el desarrollo de la crisis política, lo electoral está y va a estar en el centro de la
disputa política en este ciclo acelerado”. Su objetivo es,
otra vez como en la “transición”, que las luchas de las
masas acaben sirviendo para apoyar a una facción de la
burguesía imperialista española y legitimar el Estado imperialista
español.
Pero aunque el papel de Podemos es volver a hacer de
“izquierda” al servicio del Poder de la burguesía monopolista,
existen importantes diferencias con el revisionismo
y el reformismo de la primera “transición”.
Aunque el papel de Podemos es volver a hacer de
“izquierda” al servicio del Poder de la burguesía monopolista,
existen importantes diferencias con el revisionismo
y el reformismo de la primera “transición”.
Su apoyo, según los datos del CIS de noviembre de
2014, la base social de Podemos,
no es la clase obrera, es la pequeña
burguesía, profesionales de clase
media que trabajan en profesiones
cualificadas o bien pagadas con amplia
formación educativa. Pequeña
burguesía, también golpeada por
la crisis, y cuyo único objetivo es
volver a vivir los “buenos tiempos
pasados” y que sus hijos no tengan
que emigrar para poder vivir como
burgueses.
En el programa de Podemos la
clase obrera no existe, sólo existen
ciudadanos. Eso es conciliación de clases. Lo único que
puede esperar la clase obrera son migajas. No hay ninguna
medida realmente revolucionaria, ni confiscación del
gran capital, ni reforma agraria. Que está en la línea de las
declaraciones de Jesús Montero, miembro del Consejo
Ciudadano, el Comité Central de Podemos, que en una
reciente conversación con John Carlín aseguró que: "Hay
dos culturas empresariales. Una es casta, la otra quiere
contribuir al bienestar social, como la familia Botín en
el Banco Santander", y continuó insistiendo en que: "¡Sí!
Yo estoy convencido de que hay empresarios de buena
voluntad".
En el primer párrafo del primer punto del Programa de
Podemos se puede ver el especial interés por la mediana
y pequeña burguesía, y también por los negocios de la
dirección de Podemos, proponiendo la “Promoción del
protagonismo de la pequeña y mediana empresa en la
creación de empleo, resaltando el papel de las entidades
de la economía social. Política de contratación pública
favorable a la pequeña y mediana empresa que incluya
cláusulas sociales en la adjudicación de los contratos”.
Para la clase obrera: “Reducción de la jornada laboral a
35 horas semanales y de la edad de jubilación a 60 años, como mecanismos para redistribuir equitativamente el
trabajo y la riqueza, favoreciendo la conciliación familiar.”
Más “renta mínima” o “pensiones no contributivas”.
Sólo se puede decir que lo que Podemos califica como
medidas para redistribuir la riqueza sólo son medios para
repartir la miseria. En un ataque de sinceridad la “propuesta
de debate para solucionar los problemas de la economía
española” elaborada por los economistas Vicenç Navarro
y Juan Torres López por encargo de Podemos escriben:
“El carácter incompleto de nuestra democracia y su ausencia
prácticamente total en las instituciones económicas
es el obstáculo principal con el que nos encontramos
para poder aplicar políticas que no sean tan antisociales
como las que se vienen aplicando.”
Cuando solucionen
los obstáculos harán políticas
antisociales, pero “no tan antisociales”.
No es un error del documento,
no ven más allá del
capitalismo y del imperialismo.
Es imposible socializar
la riqueza sin cambiar los
mecanismos de distribución
de ésta, y ya hemos visto sus
medidas: repartir las horas de
trabajo y reducir la edad de
jubilación. Para comprender
más la propuesta económica
de Podemos, el catedrático de estructura económica,
Andrés Niño-Becerra explicaba en un medio de comunicación
sus opiniones sobre la propuesta: “Las 68 páginas
de su programa económico tienen dos ideas buenas; (…)
Y la segunda -aunque tampoco lo dice así- es que sobran
cuatro millones de personas. Y como no los vamos
a gasear, hay que darles algo para que vivan. La renta
básica.”
En el documento de Navarro y Torres López también
se afirma que la economía capitalista no tiene leyes, sólo
voluntades particulares:
“nos planteamos este documento convencidos de que
la situación a la que hemos llegado y de la que se trata
de salir no es el resultado de una ley natural o de circunstancias
ineluctables sino de la sucesión de muchas
imposiciones antidemocráticas por parte de los grupos
más poderosos pero muy minoritarios de nuestra sociedad,
de políticas no deseadas por la mayoría de la población
que solo apuntan a consolidar los privilegios,
el beneficio y el poder de los de arriba. Y de ahí que nuestro esfuerzo se oriente a desvelar su verdadera naturaleza
y a promover alternativas expresamente beneficiosas
para las clases populares y para la inmensa
mayoría de la sociedad.”
Inventando contradicciones existentes sólo en las cabezas
de la pequeña burguesía, “democracia”, “mercados”,
o con el discurso del “secuestro de la democracia” tratan
de ocultar algunas leyes fundamentales del desarrollo
del imperialismo y sus mecanismos de distribución de la
riqueza:
a) Las crisis de sobreproducción son inevitables.
b) Todos los derechos conquistados
por las masas y sus
luchas se las lleva por delante
la crisis. Los derechos conquistados
son sólo temporales
en el capitalismo.
c) Sobre la distribución de la
riqueza, Lenin sintetizó de
forma magistral cómo se produce
en el capitalismo en su
fase imperialista:
“Al aplastar la pequeña
producción, el capital hace
aumentar la productividad
del trabajo y crea una situación de monopolio para
los consorcios de los grandes capitalistas. La misma
producción va adquiriendo cada vez más un carácter
social, cientos de miles y millones de obreros son articulados
en un organismo económico coordinado,
mientras que el producto del trabajo se lo apropia un
puñado de capitalistas.” (Tres Fuentes y Tres Partes
Integrantes del Marxismo. Lenin)
Por tanto, mientras millones de obreros cobrando su
salario siguen pobres, el salario no da para más, unos pocos
que no trabajan, los dueños de los grandes medios de
producción, acumulan las riquezas creadas en sociedad.
No hace falta ser un gran teórico sesudo para saber que
nadie se enriquece trabajando. Pero sí se necesitan teóricos
para ocultar que el salario en la sociedad capitalista
es un robo.
A esto hay que unir como aportación propia de Podemos,
las constantes afirmaciones de que siendo gente de
“izquierdas” su política no es ni de “izquierdas ni de derechas”,
que como veíamos significa que hay banqueros buenos, a la vez que como veremos hay que controlar a la
clase obrera. De ahí su propuesta de crear un “Comisariado
de Participación en la Comisión Europea que, propuesto
y elegido por el Parlamento, tenga el mandato de
fomentar, impulsar y verificar que la participación ciudadana
sea un elemento central de la construcción europea.
Puesta en marcha obligatoria de unos Presupuestos
Participativos en todos los ámbitos de la administración
(local, autonómica, estatal y europea), y, gradualmente
de una democracia participativa en todos los ámbitos,
con vistas a un proceso constituyente europeo”.
Este “comisariado” recuerda, y mucho, al Sistema Nacional
de Movilización Social (SINAMOS) que implantó
en Perú el fascista Velasco Alvarado. Una red de “organizadores”
para la movilización
y la participación
de
las masas con
el propósito de
organizarlas y
canalizar sus
movilizaciones
hacia el
apoyo del Estado
reaccionario,
a la vez
que se trata de
impedir que
los comunistas
y revolucionarios
organicen a las masas contra el Estado imperialista.
Esto muestra la profunda crisis del Estado español y la
necesidad de controlar todas las movilizaciones de masas
por el Estado imperialista, este será el papel de Podemos,
como partido de "oposición" o como partido de gobierno.
Papel fundamental, pues el Estado español está en
guerra y necesita de una “izquierda” que desmovilice y
vigile, a la vez que apoya las agresiones imperialistas
del Estado español. Sobre esto último hay que tener presente
el apoyo a la intervención imperialista en Siria de
Monedero (uno de los tres jefes de Podemos) firmando
un manifiesto que decía: “Los árabes son víctimas del
cinismo mercantilista que rige las relaciones internacionales,
que valora en cada caso cuándo es conveniente intervenir
y cuándo no lo es, siempre en función de intereses
ajenos a los de las poblaciones afectadas. Nuestra
condena no encubre la solicitud de ninguna intervención
militar occidental ni la imposición de un asedio medieval
contra la población siria. Rechazamos abiertamente —como lo hacen los propios sirios, que luchan por su libertad—
cualquier forma de presión militar y de tutelaje
colonial. Pero nos resistimos a aceptar que nada pueda
hacerse frente a lo que está ocurriendo en Siria, que la
pasividad y el silencio amparen los crímenes que se están
cometiendo en Siria.” Hoy, cuando Siria e Irak son bombardeadas
de forma criminal por una alianza encabezada
por el genocida Obama en nombre de la “libertad” y del
“progreso”, cuando tropas españolas participan del genocidio
en nombre de la “democracia”. De Podemos sólo
conocemos su silencio.
Esta guerra imperialista también es una guerra de legitimación
para los estados imperialistas que se presentan
como lo más adelantado de la humanidad frente a
la barbarie.
Legitimación
también ante
las masas que
viven en los
países imperialistas.
Así
dice el Informe
del Instituto
Elcano:
“Al mismo
tiempo, y ésta
es una dimensión
a menudo
descuidada de
la conexión
interior-exterior, una mayor proyección ante el mundo
desde una identidad más coherente con su condición de
democracia avanzada y plural, a la que aspiran los ciudadanos,
puede retroalimentar internamente la mejora de
la convivencia y la calidad de la democracia, en un momento
de deterioro de la legitimidad del sistema político.
Por ejemplo, un mayor compromiso del Estado español
con el respeto internacional de los derechos y libertades
fundamentales, un mayor activismo en la generación de
bienes públicos globales y, en general, la afirmación de
valores cosmopolitas junto a otras democracias avanzadas,
puede ayudar a que muchos ciudadanos se reconcilien
(o refuercen su identificación) con el proyecto de
país.”
Por tanto su silencio sobre esta guerra les delata. El silencio
sobre las colonias españolas de Ceuta y Melilla les
vuelve a delatar, son la voz de su amo.
http://www.solrojo.org/SR42.pdf