martes, 21 de abril de 2015

UNIFICAR LAS LUCHAS PARCIALES HACIA LA HUELGA GENERAL







Tras la manifestación del 22-m en Madrid, es necesario hacer balance de ésta en la perspectiva de la convocatoria de la huelga general de octubre.

Es evidente que el número de asistentes fue inferior al del año pasado, demostrando que el objetivo de sembrar ilusiones electorales de las organizaciones reformistas y revisionistas es la desmovilización, principalmente de la clase obrera. Sin embargo esta manifesatación presentó particularidades que la convierten en una importante jornada de lucha. A diferencia de la convocatoria del año pasadoo y de otras manifestaciones vistas este año, la composición de clase era mayoritariamente obrera y los bloques presentes han sido especialmente combativos. El 22-m es la demostración de que hay un importante sector de la clase obrera, el más combativo, que no se deja engañar por el circo electoral, incluso en jornada preelectoral. Presencia tuvo el reformismo en la manifestación y los reclamos de «regeneración democrática», así, «podemos-CC.OO.» repartió un panfleto sobre la «regeneración» de CC.OO., somos claros, es más sencillo llegar al dorado comunismo que regenerar CC.OO. y lo mismo podemos decir de todos los aparatos del Estado burgués. Tampoco faltó la quinta columna del imperialismo levantando la bandera de Öcalan y de la negociación, los acuerdos de paz del imperialismo y la conciliación de clases. Toda esta basura cumple su papel al servicio del imperialismo y la reacción: desviar las luchas populares y contenerlas dentro del marco burgués.

Por otra parte, la crisis del imperialismo español va a seguir profundizándose. Si uno de los soportes de las grandes multinacionales españolas ha sido la burbuja de las materias primas en Latinoamérica, la crisis latinoamericana, fundamentalmente la caída de la economía brasileña, de forma inevitable va a agudizar la crisis del imperialismo español. Para hacerse una idea de la importancia de Latinonamérica para el capital monopolista español, un reciente informe del Instituto de Estudios Fiscales señala que «la rentabilidad obtenida en América Latina por las empresas españolas es «superior a la de España para el mismo sector de actividad» y «mayor de la lograda en otras áreas del mundo». Por ejemplo Telefónica o el Santander obtienen de Latinoamérica más de la mitad de sus ingresos. Por tanto, venga el gobierno que venga, tendrá que combatir la lucha de las masas y su radicalización a la par que, la profundización de la crisis, obliga al Estado español a participar en el saqueo del tercer mundo a través de la guerra imperialista. Esto es lo que nos depara este sistema podrido: peores condiciones de vida para las masas, más represión y más guerra reaccionaria.

La manifestación de inmigrantes sin papeles en Barcelona del 11 de abril, vuelve a demostrar que las masas se movilizan y están dispuestas a luchar, que no necesitan de las organizaciones reformistas y revisionistas para luchar, es más, que están combatiendo para aplastar toda ilusión reformista.

A corto plazo hay que seguir bregando por el éxito de la huelga general de octubre, sin perder de vista que un posible gran éxito de la huelga, sólo puede ser un éxito momentáneo, que la clase obrera necesita de su Estado Mayor, del Partido Comunista, para tomar el Poder. Un Partido Comunista maoísta, militarizado para iniciar guerra popular. Que no se convierta en un peón de alguna potencia imperialista (EE.UU, Rusia, China, Unión Europea, etc.), como el PKK de Öcalan, en la disputa de las superpotencias y potencias imperialistas por el reparto del mundo. Que aplaste todo «acuerdo de paz» del imperialismo y la reacción.