A propósito del enfrentamiento entre el Frente Atlético y Riazor Blues, y la campaña de criminalización del viejo Estado español
Los hechos
El 30 de niviembre se celebró en Madrid el partido de fútbol entre
el Atlético de Madrid y el Deportivo de la Coruña. Unas horas antes de
iniciarse le partido de fútbol fue asesinado brutalmente un antifascista
gallego por nazis del Frente Atlético.
La versión de los medios de comunicación reaccionarios
Al conocerse la noticia todas las radios y televisiones dieron
de forma unánime la misma versión de la noticia:
Ultras de los equipos de fútbol habían quedado para pegarse a través
de las redes sociales. Según los medios, la policía no pudo hacer nada porque
se desconocía la llegada de los seguidores del Deportivo a Madrid y, además, no
pudo detectar los mensajes que supuestamente se habían enviado las dos peñas de
fútbol.
Las conclusiones de los medios al servicio del viejo Estado fueron:
los hinchas radicales habían quedado para enfrentarse, como la policía no pudo
detectarlos, lo que queda es que ésta (la policía) tiene que vigilar más las
redes sociales para que no vuelvan a ocurrir hechos similares y que
“definitivamente” habría que erradicar la violencia de la sociedad.
De esta manera, por tanto, todos los medios de comunicación en manos
de un sector u otro de la burguesía, de derechas o supuestamente
“progresistas”, manejaron y difundieron una versión unánime del asesinato de
Jimmy en manos de un grupo de nazis. Es decir todo quedaba como una rellerta
entre violentos radicales.
Con el paso de las horas y de los días la que en un inicio fuera la rotunda
versión “única” se tambalea, aunque se sigue insistiendo en ella, en lo que es
una verdadera campaña de intoxicación: mientras, por un lado, la delegación del
gobierno de Madrid insistía en que la policía no pudo hacer nada pues no sabía
que llegaban a Madrid miembros de Riazor Blues, la
delegación del gobierno de Galicia afirmaba que sí había avisado a Madrid y se
apoyaba en datos: día y hora en que se comunicó y a quién se comunicó.
Para apoyar la desinformación oficial toda la prensa burguesa había
difundido a coro, dentro de esa construcción de hechos, que el autobús de los Riazor Blues no
había salido de La Coruña para evitar ser detectado por la policía y que había
conseguido las entradas en una especie de mercado negro con el mismo fin, es
decir, venían a pegarse y trataban de no ser localizados.
Sin embargo, los hechos son los siguientes: el autobús salió de La
Coruña, y así lo informa la empresa de autobuses a la que se le alquiló el
vehículo, y las entradas se compraron de forma abierta a través del canal
habitual y así lo informa la Federación de Peñas del Deportivo, a esto hay que
sumar que el Consejo de Administración del club gallego sigue insistiendo que
dio todos los datos sobre el viaje de los aficionados gallegos a Madrid.
Sobre la cuestión de cómo habían quedado los dos grupos la propia
prensa burguesa tuvo que dar un paso atrás y así el ABC en su edición de Madrid
decía: “Según las fuentes consultadas por ABC, no es cierto –o no está aún
demostrado- que ambos grupos quedaran por whatsapp
previamente para pegarse”. La investigación de la policía corroboraba días
después la información del ABC.
Los planes del viejo Estado: criminalizar la resistencia del pueblo
Toda esta mentira y campaña de intoxicación está sirviendo al Estado
para continuar con la escalada represiva y criminalizar toda resistencia con el
cuento de la “no violencia”. Sobre la función de los nazis, en este caso, está
claro que no sólo han cumplido su papel de fuerza de choque del capital sino
que han formado parte de un plan salido de alguna alcantarilla del Estado
español coordinado con alguna rata “demócrata”, ya que a excepción de los nazis
que esperaron la llegada del autobús, nadie se había dado por enterado del
viaje de los Riazor
Blues.
Para comprender más esta agresión y asesinato fascista hay que ver
las consecuencias y el contexto en el que se produce.
El “ascenso” vertiginoso (azuzado por una cobertura mediática
impresionante) de Podemos
no ha podido parar la contestación social. Tener en cuenta que la propia crisis
del imperialismo español asegura que se siga acrecentando la lucha de las masas
y que estas luchas se radicalicen. Por tanto, junto a la zanahoria que
significa Podemos,
el Estado español sigue desenvolviendo y ejecutando sus planes de
intensificación de la represión al pueblo.
La intoxicación de la prensa de estos días ha creado opinión pública
en torno “tomar medidas para que no vuelva a ocurrir” algo parecido y en contra
de “la violencia”.
En este contexto el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de Ley Orgánica que modifica la Ley que regula el procedimiento penal e España, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que eleva a 2 años la intervención de las comunicaciones, incluyendo ya los mensajes SMS y el correo electrónico, permite pinchar teléfonos, lugares de reunión, etc., sin autorización judicial.
Además el gobierno del PP está trabajando en un Plan Estratégico nacional de lucha contra la Radicalización Violenta, que va a tener también su capítulo sobre el control de las redes sociales. Plan estratégico que no sólo apunta al interior sino que también formará parte de la guerra del genocida Obama contra el Estado Islámico.
En este contexto el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de Ley Orgánica que modifica la Ley que regula el procedimiento penal e España, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que eleva a 2 años la intervención de las comunicaciones, incluyendo ya los mensajes SMS y el correo electrónico, permite pinchar teléfonos, lugares de reunión, etc., sin autorización judicial.
Además el gobierno del PP está trabajando en un Plan Estratégico nacional de lucha contra la Radicalización Violenta, que va a tener también su capítulo sobre el control de las redes sociales. Plan estratégico que no sólo apunta al interior sino que también formará parte de la guerra del genocida Obama contra el Estado Islámico.
El independentismo revolucionario gallego en la mira
La agresión nazi contra los Riazor Blues no
deja de ser un paso más del Estado contra el independentismo revolucionario
gallego, y la campaña de criminalización contra la peña del Deportivo, en
concreto: un intento de aislarlo de las masas.
El 12 de septiembre de 2013 la Audiencia Nacional condenó a cuatro
independentistas gallegos a penas entre 10 y 18 años de prisión con una sentencia
que establecía “comprobada la existencia una organización terrorista” llamada
“Resistencia Gallega”, que permite a los tribunales del Estado la aplicación de
la doctrina de
Garzón del “entorno”; es decir, compartiendo los mismos fines uno ya pertenece
a la organización. Vamos, que cualquiera puede ser un “terrorista” sin saberlo.
Los días 7 y 8 de octubre de este año se volvía a celebrar un nuevo
juicio en Madrid contra el independentismo gallego y otra vez la acusación del
Estado se centraba en tratar de demostrar que existía el grupo terrorista para
golpear al movimiento de resistencia gallega bajo la teoría del “entorno”.
A día de hoy, bajo la teoría del "entorno" un joven gallego de 24 años, Raúl Agulleiro Cartoy, está encerrado desde octubre sin juicio en Soto del real, acusado de ser un "peligrosísimo" terrorista.
A día de hoy, bajo la teoría del "entorno" un joven gallego de 24 años, Raúl Agulleiro Cartoy, está encerrado desde octubre sin juicio en Soto del real, acusado de ser un "peligrosísimo" terrorista.
De todo esto hay que sacar lección.
El Estado español, en profunda crisis dentro de la crisis final y
última del imperialismo, trata de tomar impulso y para ello necesita paz
interna, para ello no sólo va a usar la carta de Podemos, sino que
no va a parar la escalada represiva contra los comunistas y los
revolucionarios.
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