¡Proletarios
de todos los países, uníos!
¡ELECCIONES,
NO!
¡GUERRA
POPULAR, SÍ!
De
nuevo la clase dominante española vuelve a convocar este 24 de mayo
unas nuevas elecciones locales y autonómicas y, otra vez, el
revisionismo de viejo y nuevo cuño, además de los reformistas de
toda laya, vuelven llamar a la clase obrera y las masas a votar con
el objetivo de tratar de apuntalar al Estado imperialista español,
que se hunde cada vez más en su crisis económica, social, política
y moral, dentro de la crisis final del imperialismo.
Los
argumentos de los revisionistas y reformistas son los mismos de
siempre. O apelan a una supuesta democratización de las
instituciones, o atacan a Lenin y, enfangando su figura, usando su
nombre y prestigio, quieren legitimar su participación en las
elecciones.
Sobre
la "regeneración" de la "democracia", los seis millones de
desempleados y el deterioro constante de las condiciones de vida de
millones de obreros y trabajadores son la demostración más palpable
de que esto no es una democracia, es una dictadura burguesa. ¿Cómo
es posible que con las grandes necesidades que sufren millones de
personas, esos millones de desempleados no estén realizando trabajos
productivos para aliviar tanta necesidad? Porque unos pocos, la
burguesía monopolista, son dueños de las condiciones de vida de la
mayoría.
Es
mentira que lo que vivimos millones de obreros y trabajadores sea
fruto de una estafa, es el resultado de la crisis del imperialismo,
de un modo de producción que se hunde en su crisis final y que en su
intento de sobrevivir obliga a la clase dominante, la burguesía
imperialista, a atacar todos los derechos conquistados en la lucha y
reprimir toda contestación social. La lección que tiene que quedar
grabada es que bajo la dictadura de la burguesía, en su forma
parlamentaria o fascista, los derechos ganados en los tiempos de
crecimiento económico, la crisis se los lleva por delante, que en
esta sociedad los derechos conquistados sólo son temporales. Que
esta sociedad es una dictadura burguesa. No existe un problema con la "casta", existe una realidad de explotación capitalista y de
contradicciones antagónicas de clase; proletariado-burguesía o si
se quiere expresar de otra forma: capital-trabajo.
Es
mentira que la clase obrera y las masas trabajadoras tengan algo que
ganar en el circo electoral. La historia demuestra, sin excepción,
que con el parlamentarismo nunca se ha ganado nada. Los que en su día
lo justificaron, o lo hacen ahora, como táctico y como medio de "acumulación de fuerzas" en los períodos de "calma chicha",
entre crisis y crisis capitalista, hoy no tienen coartada. Es
evidente que no estamos en un periodo de estabilidad capitalista,
sino en una profunda crisis, que apunta a una tercera guerra mundial
ya en evidente y alevoso despliegue, y la tarea del Estado mayor del
proletariado, del Partido Comunista, es preparar el inicio de la
guerra popular. Más cosas que aprender y no olvidar nunca sobre las
prácticas de "acumulación de fuerzas" del revisionismo y del
reformismo: su proyecto de "partido de masas" apoyado en el
movimiento sindical es sinónimo de derrota para el pueblo. Sólo hay
que observar la realidad que vivimos día a día, cuando estalla la
crisis. ¿A dónde ha conducido el camino del revisionismo y el
reformismo? A despojar a la clase obrera de su Partido Comunista, del
ejército rojo y del frente, los tres instrumentos claves de la
revolución. Tener en cuenta que sin éstos la clase no tiene nada.
El
revisionismo y el reformismo son parte de la contrarrevolución.
Elementos necesarios de la gran burguesía para legitimar la
dictadura burguesa y contener las luchas de las masas dentro del
orden burgués.
¿Hacia dónde nos lleva, pues, el camino del revisionismo, de
Podemos,
o, a nivel internacional, el
camino de Avakian de "transformar al pueblo, para la revolución"?
A desviar al proletariado y a las masas de sus verdaderas tareas.
Por
tanto, se hace necesario para todos los comunistas y revolucionarios,
aplastar cualquier ilusión electoral, seguir el camino del pueblo y
bregar por la reconstitución del Partido Comunista, hoy
marxista-leninista-maoísta, para iniciar guerra popular, establecer
la dictadura del proletariado, y con guerra popular llegar hasta el
dorado comunismo.
¡APLASTAR
EL REVISIONISMO Y EL CRETINISMO PARLAMETARIO!
¡ELECCIONES,
NO! ¡GUERRA POPULAR, SI!
¡POR
LA RECONSTITUCIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA!
España,
mayo-2015